Portada de "Bajo los cielos de Asia" |
A “Bajo los cielos de Asia” le delata su portada.
Efectivamente, es un libro escrito por un alpinista o mejor aún himalayista,
que parece que le da más empaque. Pero esto no quiere decir que él mismo solo
pueda gustar a personas afines a tal actividad, ni mucho menos. Aún cuando en
el libro se habla de montañas, y no de cualesquiera montañas, no, de las más
altas bajo la bóveda celeste, para mí no es un libro que calificaría como de
montañas o para alpinistas. Quizás le sentaría mejor el término “de aventuras”,
pero lo que mejor le cataloga es que es un libro sobre la vida vivida
plenamente. Cosa esta última que no siempre es factible, ni tan siquiera
identificable.
Iñaki Ochoa de Olza, el autor, nos conduce en primera
persona a través de sus principales hitos alpinísticos que realmente se acaba
convirtiendo en un viaje por parte de su vida. En cuanto a estilo, no presenta
ningún alarde, ni lo pretende, el contenido es mucho más importante que el
continente. Dicho lo cual, la forma de escribir de este polifacético alpinista
se hace bastante amena y ligera, mostrando a las claras aquello que desea
contar. El libro se divide en años y cada año por expediciones, lo cual es una
forma bastante peculiar de medir el tiempo. Pero, como ocurre con las vidas y
los principios, es imposible contar el trasfondo del personaje de forma lineal
y fácilmente entendible, sobre todo si este es de carne y hueso.
“Bajo cielos de Asia” trata, posiblemente sin la completa
intención del autor, fundamentalmente sobre la pasión y la vida. La vida y cómo
este fuerte navarro la entendía, que dista mucho de lo que por desgracia se ve
hoy en los denominados “países occidentales”. Mucha gente cuando piensa en
alpinismo, y más concretamente en esos “locos” que van a “matarse” al Himalaya
y al Karakorum, les surge una pregunta, ¿por qué? Extrañamente y como indica el
autor esta pregunta siempre la plantean los mismos, los adultos, a los niños ni
se les pasa por la cabeza, ellos tienen en mente posiblemente otras cuestiones
y términos más cercanos a aventura o pasión. Pues bien, en primer lugar, nadie
se va a matar por gusto escalando en plan, “mira que cornisa tan bella, voy a
despeñarme aquí”. La actividad que realizan los escaladores tratan de hacerla
con la mayor seguridad posible si bien el riesgo es inherente a la misma, pues
es imposible controlar el clima o saber cuándo te va a poder dar una embolia o
cuándo te vas a despeñar. Raramente por no decir nunca, un alpinista pondrá su
vida en juego a cualquier precio con tal de hacer cumbre. De hecho, como puede
verse en este libro, no suele ser lo más habitual hollar la cumbre de estas
altas montañas. Hay que intentarlo muchas veces hasta conseguirlo sabiendo que
en la mayoría de las ocasiones te tendrás que dar la vuelta a media montaña o a
100 metros de
cima porque las condiciones se ponen chungas o porque te quedas sin fuerzas o
vete tú a saber, simplemente porque no se ve nada clara la cosa. Si no, que se
lo dijesen a Iñaki que necesitó tres expediciones para lograr hacer cima en el
K2, con todos los intentos que ello supuso. Sin embargo y a pesar de todo,
estas tremendas montañas eran su pasión y su camino hacia la felicidad, lo que
llenaba o recargaba su espíritu de energía.
Teniendo esto claro, el alpinismo es un deporte que en
cierto sentido te reconcilia con el mundo y la naturaleza, con aquello que el
ser humano siempre ha sido, al menos es la idea que se plantea. Si te paras a
pensarlo a lo largo de toda nuestra existencia, el confort y la seguridad no
han sido ni mucho menos una constante. Actualmente lo tomamos como algo normal,
incluso habitual, y llegamos a indignarnos en su ausencia. Sin embargo, nunca
ha sido más cierto que ahora que el cielo puede caer sobre nuestras cabezas y
cambiar nuestras vidas de forma radical. Y no precisamente porque en épocas
pasadas no pudiese suceder sino más bien porque nos hemos mal acostumbrado a
una vida fácil y rutinaria que en muchos casos ha llegado a matar parte de
nuestra misma esencia.
Poca gente podrá entender el por qué de la realización de
esta actividad y que para algunos puede parecer una pérdida de tiempo, esfuerzo
y dinero. De hecho, es muy posible que todo aquel que no se dedique a ella,
nunca llegue a comprenderla. Por mí parte, no tengo ninguna relación con la
escalada ni el alpinismo, ahora bien creo haber vislumbrado que los tiros van
por la libertad, la pasión o la esperanza.
Pero oye, no hay que confundirse y pensar que los alpinistas
son héroes ni mucho menos, Iñaki deja esto muy claro en el relato de diferentes
expediciones. Los alpinistas y el alpinismo en general están muy idealizados,
cuando realmente son personas normales, un poco más fuertes y resistentes, pero
gente normal. Tanto es así, que por aquellas cotas lo mejor y lo peor de
nuestra especie se presenta en grado superlativo. Desde emprender un arriesgado
rescate para lograr bajar de la montaña a alguien enfermo sea como sea, hasta
pasar al lado de un alpinista que se acaba de caer y se esta muriendo, hacerle
una foto y seguir hacia cima como si tal cosa. En este aspecto Iñaki Ochoa de
Olza presentó siempre una fuerte moral y rigurosa ética que le hizo partícipe
de varios rescates en alta montaña, moral y ética estas que parece aplicaba
también en su vida cotidiana. Ello le llevó a defender a capa y espada la
pureza del alpinismo. Un alpinismo sin oxígeno, con el menor número posible de
cuerdas fijas y sin porteadores de altura o sherpas que abran huella y te guíen
prácticamente hasta la cima.
Desgraciadamente Iñaki Ochoa de Olza murió en el 2008 a 7.400 metros de altura en la
arista este del Annapurna debido a un edema cerebral y otro pulmonar,
realizando la actividad que le apasionaba, cuyos riesgos aceptaba y trataba de
minimizar. Sin embargo, sin estas altas montañas Iñaki hubiese sido mucho menos
feliz, pues las mismas eran su medio de vida y si me apuras, su modo de vida.
Os dejo un video muy recomendable sobre el intento de
rescate a Iñaki Ochoa de Olza y como 14 de los mejores himalayistas del mundo
se echaron a la montaña para intentar salvarle la vida, incluso llegando a
poner en riesgo la suya propia.
Título: Bajo los cielos de Asia
Autor: Iñaki Ochoa de Olza
Editorial: Saga Editorial
Descripción: Rústica 353 páginas
ISBN: 978-84-938750-2-2