Del primer volumen de Blacksad,
“Un lugar entre las sombras”, la gente, entre los cuales me incluyo, dijimos
que los dibujos y el color eran excelentes pero que la trama era excesivamente
lineal, rápida y sin fondo. Pues aquí llega el segundo número de la saga,
“Artic-Nation”, para darnos en el hocico por listos.
Portada de Blacksad Artic-Nation |
¿Qué Juan Díaz Canales escribe
guiones simples y lineales?
Eso es que no habéis leído esta
segunda entrega. La acción transcurre en un deprimido barrio, The Line, de una
ciudad estadounidense sin concretar, mediada la década de los cincuenta. En el
barrio se encuentran dos grupos dominantes, por un lado los Artic-Nation cuyo
aspecto común es que son todos blanquitos como la nieve y consideran que los
negros son escoria. En el lado opuesto se encuentra la banda de los Claws,
formada enteramente por negros, que están en continua lucha con los
Artic-Nation. No hay que ser muy inteligente para intuir que el fondo de la
trama va dirigido hacia las luchas raciales, pero sin embargo no como cabría
esperar.
Los puestos de poder están
ocupados por enajenados pertenecientes al Artic-Nation, y ya se sabe, donde hay
poder hay luchas por el mismo, rencores, malas miradas, corrupción, culebras
intentando ascender de maneras poco lícitas, vamos jodiendo al resto dicho
pronto y bien. El poder saca lo peor de nuestro ser y en este caso no iba a ser
menos. Luego, dentro de la comunidad de los de la nieve hay unas disputas más
que interesantes, que si te casaste con una negra, que si te gustan más los
niños que a un tonto un lápiz. Y claro cuando todas las miradas caen sobre el
mismo, aunque sean falacias, este suele caer y vaya que si cae, con una soga al
cuello. La cosa se acaba de poner interesante cuando resulta que al que está
intentando ascender, cual culebra, también está siendo engañado.
¿Y qué pinta Blacksad en todo
esto?
Pues bien, a Blacksad le ha
llamado una profesora de un colegio de The Line para que trate de encontrar a
una alumna de su colegio que ha desaparecido. La maestra decide tomar las
riendas y contratar al detective puesto que la madre ni tan siquiera ha
denunciado la desaparición de la pequeña Kyle. Nuestro detective gatuno decide
hablar con la madre de la niña, Dinah, que ha decidido no denunciar debido a
que no confía en la justicia de los blancos. Y aquí aparece el jefe de policía,
un oso polar blanquito blanquito llamado Karup, muy formal él, pero sobre el
que cierta gente sospecha una conducta poco adecuada.
Inicio de la trama |
Para que luego digan que la trama
no tiene fondo y que es demasiado sencilla. La verdad es que del primer número
de la serie a este segundo, se nota una gran evolución en cuanto a guión y
trama. Se nos presenta, en este volumen, a un Blacksad más distendido que en
“Un lugar entre las sombras”, en ciertos momentos gracioso y en otros irónico
que entabla amistad con una garduña periodista llamada Weekly, quien le ayudará
a resolver la desaparición de Kyle. Pero no os penséis, Blacksad sigue
mostrando poco aprecio por su vida y enfrentándose al personal cuando la situación
lo requiere. Además, la presencia de un personaje como Weekly, gracioso y
descarado le da otro tono a los diálogos, que en algunos momentos son hasta
cómicos.
Y qué decir de Guarnido, pues que
sigue sorprendiéndonos siempre. En este caso me gustaría resaltar dos
secuencias de viñetas que me parecen geniales. En primer lugar las cinco
primeras viñetas del cómic son una muestra inconfundible de que Guarnido ha
trabajado en animación. En ella el plano se va abriendo desde las manos de
Blacksad quien está apuntando algo en su libreta hasta dejarnos ver el cadáver de
un pájaro ahorcado. La secuencia abriendo zoom bien podría ser la secuencia que
iniciase una película.
La otra secuencia que me ha
encantado es una que recuerda a Batman, o al menos a mi me lo recuerda.
Blacksad subido en cuclillas sobre una marquesina bajo una fuerte nevada en la
postura que adoptan Batman o Spiderman cuando están en lo alto de un edificio.
De repente se deja caer bruscamente del sotechado cayendo de pies y
sorprendiendo al enemigo.
Escena a lo Batman |
En general los dibujos son
fantásticos, mostrando excepcionalmente bien el movimiento de los personajes y
de la acción en las viñetas, incluso son capaces de mostrar con gran realismo el miedo. Además el color
es increíble, confiriéndole una gran sensación de realidad, y eso que estamos
hablando de animales antropomórficos. Como en el libro anterior, sigue habiendo
picados y contrapicados, para empequeñecer o engrandecer a los personajes,
marca de la casa.
Además en este caso, o al menos
en el anterior no me di cuenta tanto, hay una gran simbología, que te introduce
aún más en la historia. Por ejemplo al hablar del barrio deprimido se encuentra
un otoño muy angosto, con gran cantidad de hojas por el suelo y un clima
siempre nublado. Este se torna en lluvia y nieve cuando se comienza a alcanzar
el meollo de la cuestión. Da la sensación de que a la hora de la elaboración de
las viñetas se tiene en cuenta una gran cantidad de variables y detalles y eso
es muy de agradecer.
Resumiendo, Artic-Nation en mi
opinión ha supuesto un gran avance en cuanto a la profundidad y detalles de la
trama, haciendo también que el personaje principal crezca tanto por meritos
propios como por la presencia de un nuevo personaje Weekley que es capaz de
mostrarnos un nuevo punto de vista de Blacksad. En cuanto al dibujo y color,
son geniales y se nota que se han cuidado todos los detalles, puntos de vista,
enfoques, secuencias.