sábado, 23 de noviembre de 2013

Magnus Carlsen, el esfuerzo para triunfar

De vez en cuando en el mundo surgen personas excepcionales, que destacan por su habilidad y talento en determinadas facetas o aspectos. Pues bien, una de esas fuerzas imparables de la naturaleza ha tomado forma en el noruego Magnus Carlsen, quien muchos no conoceréis si no estáis al tanto del deporte de los 64 escaques. Para ponernos en situación, el tal Magnus Carlsen acaba de proclamarse Campeón del Mundo de Ajedrez a la edad de 22 años, aunque a punto de cumplir los 23. Esta hazaña no ha estado al alcance de casi nadie en la historia del deporte ciencia, de hecho tan solo ha habido dos jugadores previamente que hayan logrado el cetro ajedrecístico a tan temprana edad. Dichos jugadores son Mijaíl Tal, apodado el Mago de Riga que se hizo con el título a la edad de 23 años, y el denominado Ogro de Baku, el incomparable Garry Kasparov.

Magnus Carlsen en el Torneo Tata Steel 2013
Pero no queda ahí la cosa, Carlsen lleva ostentando con mano de hierro la primera posición de la Federación Internacional de Ajedrez desde 2010, esto es, con poco más de 19 años. Y por si todo esto fuese poco, en febrero de 2013 consiguió batir la marca de 2851 puntos Elo que alcanzó el mítico Kasparov en 1999, contando en la actualidad con 2882 puntos. Su inmediato perseguidor, el ruso Kramnik, se encuentra a la astronómica distancia de más de 70 de estos puntos. Para quien no lo sepa, el sistema de puntuación Elo es un método matemático para calcular la habilidad relativa de los jugadores de ajedrez y de otros juegos similares, para qué engañarnos.

Estos son algunos de los hitos alcanzados por este gran noruego. Sin embargo, alcanzar y batir todas estas marcas así como el llegar a ser el Campeón del Mundo de Ajedrez no ha sido fácil. Es evidente que este chaval tiene algún tipo de talento natural para el análisis de posiciones y cálculo de posibles variantes, pero lo que realmente ha hecho posible todas sus hazañas es la gran pasión que muestra por este deporte, así como el esfuerzo y capacidad de sufrimiento.

La parte visible del ajedrez son los torneos, en los cuales varios de los mejores ajedrecistas del momento se enfrentan entre si en partidas que pueden llegar a durar cinco, seis o más horas seguidas. Pero muchas veces no se tiene en cuenta que estos guerreros no van al combate a pecho descubierto, de hecho, muy pocas cosas antes de los torneos se dejan al azar. Los jugadores se preparan concienzudamente, y no con entrenamientos como los futbolistas de 2 horas diarias, no, no, no. Como muchos jugadores han mostrado, dependiendo del periodo del año en el que se encuentren pueden dedicar al ajedrez entre 6 y 12 horas diarias, los cual no es baladí. Piensen en ustedes, ¿a qué estarían dispuestos a dedicarle 14 horas diarias durante digamos tres meses?, pues eso, lo de estos jugadores por el ajedrez es pasión y lo demás son tonterías. Pero tampoco hay que pensar que los ajedrecistas están metidos en una cueva todo el año con sus ordenadores y programas, sus libros y tableros de ajedrez. Una parte fundamental de su trabajo es también distraerse, así como entrenar el aspecto físico. Parece que no, pero durante el transcurso de un torneo que pueden ser 14 días, estar sentado seis horas seguidas durante las partidas y luego Dios sabe cuantas preparando la partida siguiente, cansa.

Carlsen en una rueda de prensa durante el Campeonato del Mundo
Como decía, otra parte importante de su trabajo es desconectar del tablero. A Carlsen le encanta el fútbol como deporte y procura practicarlo, también le gusta el rock y salir con sus amigos, los cuales en ocasiones le acompañan a los torneos. Con ello quiero desmitificar la idea de los ajedrecistas como personas encerradas dentro de si mismas.

Pues bien, a Carlsen la pasión se le nota a raudales, prácticamente en ninguna ocasión le veréis conceder unas tablas fáciles, luchará cual gladiador para intentar obtener la ventaja más nimia que poder explotar. Por ejemplo, en la última partida del Campeonato del Mundo, le valía con unas tablas ante su contrincante, el indio Anand, para lograr el cetro. Y sin embargo, tras nueve partidas seguidas ante el mismo Anand, y este habiendo planteado una partida con la que se podrían lograr tablas rápidas, Carlsen decidió buscar los mínimos resquicios, decidió torturar su mente cinco horas más en lugar de firmar las tablas e irse a celebrarlo. Al final no logró ganar la partida, y firmaron las tablas, pero este hecho muestra muy bien el carácter de lucha que presenta el noruego.

Ajedrecistas en la brega (Carlsen-Anand)
Hay que decir además, que Magnus es un campeón carismático y con los pies en la tierra, por ello quizás es uno de los pocos ajedrecistas desde Kasparov que ha logrado patrocinadores y acuerdos comerciales. Llegando los mismos hasta hacer anuncios publicitarios para la marca de ropa G-Star con la actriz Liv Tyler. Esta gran imagen ayuda también a la difusión del ajedrez allá por donde pasa y a lo cual parece estar comprometido. Este cambio en el poder ajedrecístico mundial representa nuevos aires para este deporte, que en los últimos años parecía no tener grandes figuras capaces de difundir el mismo así como de despertar el interés de la gente. Ahora solo queda una duda, ¿habiendo Carlsen alcanzado la cima de este deporte a tan temprana edad, será capaz de encontrar nuevos retos que alimenten su pasión, se mantendrá? Esto aún nadie lo sabe, lo que sí es seguro es que sin un gran esfuerzo y una gran capacidad de sacrificio nunca habría llegado donde está.

A quien le interese saber más sobre el Campeonato del Mundo puede ver resúmenes de las distintas jornadas así como galerías de fotos en los siguientes enlaces.

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