Muy buenas, como dice el título
de la entrada, hoy voy a escribir acerca de la Feria del Libro de Madrid y de
unas editoriales que desconocía y que me han sorprendido gratamente. Pues bien,
este fin de semana pasado fui con un amigo a la Feria del Libro de Madrid en la
cual nunca había estado. La misma se encuentra situada en uno de los paseos del
interior de los jardines del Buen Retiro, nosotros entramos por una entrada
opuesta a la de la avenida en cuestión y recorrimos el parque por el interior.
En este recorrido nada hacia pensar que allí se estuviese celebrando una Feria
del Libro, había más o menos la misma gente que de costumbre para ser fin de
semana. Sin embargo todo cambió al acercarnos a las casetas, y mucho más al enfilar
la avenida. Aquello era un bullir de gente, mucha gente, personas en cantidades
ingentes recorrían aquel paseo. Pero a pesar de la gran afluencia, tanto mi
amigo como yo concluimos que por allí circulaban más bien pocas bolsas o al
menos esa fue nuestra impresión.
Aquel día había un invitado
estrella a la Feria, pero empecemos antes por los que no eran tan estrellas.
Por la megafonía informaban de los diferentes autores que se encontraban
firmando en aquellos momentos. Por lo que pudimos oír, que no siempre ver,
entre los firmantes se encontraba gente como Carmen Lomana, lo cual me parece,
digamos, un tanto turbio que esta mujer escriba un libro ella sola, y lo mejor
es que se lo publican. También se encontraba allí Christian Gálvez presentador
del programa Pasapalabra, y que tampoco tenía por escritor, y parece que el
resto de gente tampoco pues en aquella caseta corrían muchos flases pero poca
tinta. Otro que andaba firmando por allí, era el señor Loquillo al cual tengo
en alta estima como cantante, pero que sinceramente no tengo conocimiento de si
sus texto poseen cierta calidad literaria o no.
Y llegamos a la gran estrella de
la jornada, le habían habilitado una pequeña carpa entera para él. En el
interior una mesa alta de bar se situaba en el centro de la dependencia, y
junto a ella de pies con un traje negro con camisa blanca, desabotonada en el
cuello y sin corbata se encontraba Arturo Pérez Reverte. Me sorprendió lo alto
del escritor, así como su esbelta figura, era curioso también que no tuviese
una silla a mano ya que aquel día tan solo paro de firmar en el descanso de la
comida, y estar unas cinco horas seguidas de pies inmóvil se me plantea
situación harto dolorosa. Sea como fuere allí se encontraba, dando la mano a la
persona o personas de turno, conversando con ellas, se veía además que el
hombre les dedicaba su tiempo y no era un mero hola y adiós, y llevese usted
este libro firmado. El libro que firmaba, era su última publicación titulada “El tango de la guardia vieja” del que
espero hacer una entrada en un futuro no muy lejano, y puedo decir que hasta
donde he leído es un libro recomendable. Hay que decir que mientras el resto de
autores firmantes poseían unas escuetas colas de unas 8 a 10 personas en el mejor de los casos,
Arturo Pérez Reverte tenía una cola que daba miedo verla, es posible que en
aquella fila de hormigas hubiese unas 130 personas tranquilamente. Y es que es
lo que tiene ser uno de los autores españoles vivos más reconocido y más leído,
además toda su fama la ha logrado a partir de la calidad de sus libros y artículos
y no por otros medios como era el caso de varios de los firmantes aquella
jornada.
Pues en aquellas andábamos,
mirando un puesto aquí, buscando un libro allá (sobre todo mi amigo que tiene
un leer muy exquisito) quejándonos de lo caro de los libros para los
estudiantes como nosotros , cuando llegamos a la caseta de una editorial que
desconocíamos. La editorial en cuestión se llama Editorial Funambulista, en el
pequeño puesto se encontraba una dependienta muy atenta que al vernos
interesados en la calidad de las ediciones no dudo en darnos un catálogo, y que
catálogo. El compendio de obras en cuestión posee una portada cuidada, similar
al de las ediciones de los libros que allí había, en el interior se describe
brevemente la historia de la editorial surgida en 2004 y todos los libros
editados que poseen. Entre los libros hay títulos que no son fáciles de
encontrar como las obras de Yoko Ogawa, una de las cuales me pareció
interesante “La fórmula preferida del
profesor”. Sin embargo, los libros, al poseer ediciones cuidadas y además
siendo una editorial joven, poseían un precio que no pudimos permitirnos.
Otra editorial que no conocíamos
y que ciertamente nos gustó fue Automática Editorial, esta poseía títulos que
no habíamos visto en ningún otro puesto y que no por ello parecían ser de
calidad deficiente. El librero de turno se mostró también muy atento
proporcionándonos un catálogo de la editorial, en el cual mentalmente marqué un
titulo que con el libro en la mano me pareció muy bueno, “Me llaman Capuchino”.
La tercera editorial, que me
sorprendió por lo especializada de la misma fue ALAMUT, la misma estaba
centrada principalmente en los géneros de ciencia-ficción y fantasía, pudiendo
encontrar en su pequeña dependencia una gran variedad de títulos sobre ambos
géneros.
El saldo final de la visita fue
un libro por cabeza, un compendio de cuentos de “Las mil y una noches” en el caso de mi compañero, y una cuarta
edición del que fue Premio Nacional del Cómic 2012 “Dublinés” de Alfonso Zapico por mi parte.
Óscar, busca Libros Libres. Es una librería, por así decirlo, en la calle Covarrubias. Merece la pena.
ResponderEliminarUn saludete