martes, 4 de marzo de 2014

"Territorio comanche" de Arturo Pérez-Reverte

 El horror puede vivirse o ser mostrado, pero no puede comunicarse jamás.

¿Quién puede ser capaz de dar testimonio sin ambages de la crudeza, la crueldad y el horror de las guerras? ¿Un señor que sentado tras su escritorio se imagina las guerras por como las ve en televisión y prensa cuando la bomba más cercana que le ha caído está a más de mil kilómetros? O por el contrario, un tipo que ha trabajado como reportero de guerra durante veintiún años, que ha tenido que ver lo mejor y lo peor de la condición humana, que ha circulado por pastos de minas antipersona pendiente de que el bando de turno no le llenase el culo de metralla. Evidentemente, el segundo posee un bagaje que el primero se imagina, en muchos casos de forma errónea. Este tipo que ha pasado más de dos décadas en zonas de conflicto armado no es otro que el amado y odiado a partes iguales, Arturo Pérez-Reverte.

José Luis Márquez y Arturo Pérez-Reverte
“Territorio comanche” fue publicado en 1994 y en él el autor plasma de forma clara y dura, mostrando una serie de hechos vividos por el o por otros periodistas de guerra, la crudeza y el horror de la guerra. Es un libro que por momentos nos descubre el lado más vil y cruel del ser humano. Sin embargo, no se crea el lector que esta novela, en cierta forma autobiográfica, es únicamente un lienzo en el que Pérez-Reverte nos presenta lo peor de nuestra condición. De hecho, probablemente este ni tan siquiera fuese su objetivo primario. Este relato, es muchas cosas, y la primordial de ellas es ser un homenaje a todos aquellos reporteros que han cubierto conflictos bélicos. Una clara prueba de ello es que los nombres de diversos de estos periodistas, los de quienes volvieron y algunos de los que nunca regresaron, fluyen con facilidad de la pluma del autor. Por encima de todos los homenajeados Arturo Pérez-Reverte sitúa a Márquez, el cámara con quien cubrió diversas contiendas, a quien parece unirle unos fuertes lazos de camaradería y admiración.

Matar al enemigo ya no se lleva. Ahora lo moderno es hacerle muchos cojos y mancos y tetrapléjicos y dejar que se las arreglen como puedan.

En el libro se nos presenta la guerra desde el punto de vista de los reporteros, para quienes estas son un lugar de trabajo, muy peligroso, pero un lugar de trabajo. Ellos en la mayoría de las ocasiones son meros observadores, deben grabar los sucesos, la crueldad, los muertos o lo que se tercie y correr hasta el punto de emisión para que la noticia llegue a tiempo a los telediarios. Supongo que con el paso de los años esta metodología habrá cambiado gracias al avance de las tecnologías pero aun así el concepto permanece. Mediante las anécdotas indicadas anteriormente, también se nos muestra la vida de los reporteros mientras cubren un conflicto, como se afronta la vida cuando un mortero te cae a diez metros mientras estas trabajando o como de rápido hay que aprender si no quieres morir más rápido todavía.

En cuanto a la estructura narrativa, el planteamiento de Pérez-Reverte es sublime, a mí parecer la mejor forma de contar todo lo que deseaba. El hilo vertebrador de la novela es la acción que discurre alrededor del intento por parte de Márquez y Barlés, quien se supone hace las veces del autor, de grabar la voladura del puente de Bijelo Polje por parte de los jáveos. Sin embargo, a partir de los sucesos parciales que rodean a estos dos personajes, el narrador, que se encuentra en tercera persona y todo lo conoce, recorre una serie de anécdotas y pensamientos que completan el relato.

Os recomiendo a todos que leáis esta novela, aun cuando no os gusten los libros con elevada carga emocional o directamente no os guste la escritura de Pérez-Reverte. Con él podemos entornar los ojos y ver que en la mayor parte de los casos nosotros y nuestra situación somos la excepción en este mundo.

Nos pasamos la vida creyendo que nuestros esfuerzos, nuestro trabajo, lo que conseguimos a cambio de todo eso, son definitivos, estables. Creemos que van a durar; que nosotros vamos a durar. Y un día el cielo nos cae sobre la cabeza.

Título: Territorio comanche
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Círculo de Lectores
Descripción: Rústica 125 páginas

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