| Título: El tango de la guardia vieja Autor: Arturo Pérez-Reverte Editorial: Alfaguara ISBN: 978-84-204-1309-9 |
Muy buenas, lo prometido es
deuda, por ello hoy voy a escribir sobre el último libro de Arturo Pérez-Reverte,
“El tango de la guardia vieja”. En el
se cuenta las peripecias de un bailarín profesional, baila con las mujeres que
no tienen pareja, que viaja a bordo de un trasatlántico con destino a Buenos
Aires. En dicho viaje conoce a una pareja, él, Armando de Troye, músico español
de la talla de Ravel y ella, Mercedes Inzunza. A partir de aquí, y como se
cuenta en la contraportada del libro, comienza una “turbia y apasionada
historia de amor, traiciones e intrigas, que se prolongan durante cuatro
décadas.”
El libro, quizás exceptuando el
principio, es técnicamente impresionante, se nota que Pérez-Reverte es escritor
concienzudo bregado en la batalla de escribir. Se advierte que las
descripciones están perfectamente realizadas, que se ha documentado con esmero
hasta el más mínimo detalle para hacerlas, que ha estado en los lugares que
trata de dibujar con palabras. Esto es típico de Arturo Pérez-Reverte, pues
como el siempre dice, “es un escritor con horario de oficina, ocho horas
diarias”, en las que se documenta, prepara descripciones, hilos argumentales,
tramas, etc., por ello no es de extrañar la calidad literaria y el realismo que
proporcionan sus libros. También se nota que es escritor experimentado, y hace
crecer de forma fluida a los personajes, sobre todo a Mecha, cuya actitud en
ocasiones da quiebros que dejan anonadados y expectante al lector.
Pero tras estos halagos vayamos a
las sombras de “El tango de la guardia
vieja”, o al menos a lo que no me ha acabado de convencer. Pues bien, la
historia en general no es algo que me apasione, a pesar de que anda el ajedrez
entrelazado por ahí, además el final es algo precipitado y parece que no se le
dedica el tiempo que se merece. Por otro lado están los personajes, los cuales
al imaginarmelos creo que no me caerían precisamente bien. Por un lado se
encuentra Max Costa, el bailarín mundano,
por cierto estas dos últimas palabras te puedes aburrir de leerlas en digamos
las cien primeras páginas, para pegarte un tiro vamos. Este tipo, es el mítico
héroe revertiano, un personaje con un fin superior, embaucador, timador, pero
con una cierta moral muy particular. Sin embargo, a pesar de ser el prototipo
del capitán Alatriste, este es más fanfarrón, aunque mantiene sus cautelas, el
fin por el que lucha no es ni mucho menos un fin superior, aunque en cierta
medida lucha por sobrevivir como el capitán. Pero sin duda, lo que más me
disgusta de esta figura, es que se deja manipular, se deja guiar sabiendo que
el nunca haría ciertas cosas en situaciones normales, no pone freno o fin a las
situaciones a tiempo, y se acaba cobrando los servicios tarde y de mala manera.
Luego está Armando de Troye, el compositor,
un ser despreciable en todas sus facetas aunque inteligente. Un fanfarrón con
dinero, que se cree sabedor de la verdad absoluta, y que llegado a un punto
lamenté que no le descerrajaran un tiro a bocajarro en un antro de Buenos
Aires.
Y por último tenemos a Mecha
Inzunza, una mujer guapa procedente de una familia adinerada. Inicialmente
parece una joven recatada y pulcra, pero a medida que se destapa la trama se
vuelve cada vez más fría y calculadora. Una maquinadora, que intenta guiar al
resto del mundo hacia sus propios intereses. Una mujer cuyo mayor problema en
la vida es ninguno o en todo caso los amorosos, y que por ello se distrae o
encapricha con aquellas personas que le gustan. La susodicha, no termina de
entender que no todo el mundo gira a su alrededor y que hay gente que no vive
de forma tan ociosa como ella hace, con preocupaciones más mundanas. Salvando
quizás a Max Costa los otros dos protagonistas no me gustaría tenerlos de
amigos en ningún caso, y creo que tampoco de enemigos.
Este es un libro de nostalgias, de
recuerdos de tiempos pasados, tiempos en los que por lo visto, se era joven y
uno se come la vida a bocados y de reproches por haber elegido mal los caminos
que le llevan a unos y otros al final de sus vidas.
Además, tiene todos los
componentes para ser un best seller, un autor de grandes novelas como es Arturo
Pérez-Reverte, intrigas varias tanto amorosas como de las otras, luchas
internas de los personajes, y todo ello orlado con escenas de sexo que siempre
vienen bien para vender.
Lo cierto es que a mi me suelen
gustar las novelas de este autor, el Capitán Alatriste, el club Dumas, la Tabla
de Flandes. Sin embargo, “El tango de la guardia vieja” no entrará de entro de
esos libros que recuerdo con gusto y que sin ningún problema me volvería a
leer. Lo que si que voy a recomendaros es que leáis la página que escribe
semanalmente Pérez-Reverte en el suplemento XL Semanal, y que podéis encontrar
en su página web. En estos artículos denominados Patente de Corso, el autor
suele dar un repaso a temas actuales con su sarcasmo particular y lanzando
dentelladas a diestro y siniestro, en algunos casos no dejando títere con
cabeza.
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