viernes, 28 de junio de 2013

Senderos de Gloria


Los seres humanos podemos ser muy mezquinos, viles y crueles, podemos pisar a quien sea y como sea para lograr nuestros objetivos. Esta película, Senderos de Gloria, es un reflejo de la podredumbre de que  hacemos gala las personas en ocasiones, y parece que cada vez más.

La película fue dirigida por Stanley Kubrick y se estrenó en 1957, pero en ningún caso tuvo una vida fácil. El guión, realizado por Kubrick, Calder Willingham y Jim Thompson adaptando la novela homónima de Humphrey Cobb, fue rechazado por sucesivas productoras y no fue hasta que su camino se cruzó con Kirk Douglas cuando albergó una pequeña esperanza de ver la luz. Y es que Kirk tras leer el guión decidió mover hilos, volcar toda su influencia y fuerza de voluntad para que el proyecto saliese adelante. De esta forma se logró el apoyo de la United Artists, quién decidió financiar a Kubrick con un pequeño presupuesto. Con este, Stanley Kubrick decidió venir a Europa para realizar el rodaje. La película se rodó en Alemania, Francia estaba completamente descartada ya que dicha nación no sale muy bien parada, o eso se pensaba en la época.

Pero no terminaron ahí los problemas de Senderos de Gloria, las dificultades continuaron en el estreno. Si bien en Estados Unidos se estrenó sin problemas, en Europa no corrió la misma suerte. La proyección de la película en Bruselas en 1958 desató una serie de incidentes y protestas debido a las presiones de las autoridades francesas y de las asociaciones de excombatientes franceses y belgas, que negaban que la imagen mostrada del ejército francés en el film fuese cierta. El Consulado francés logró que se suspendiesen las proyecciones de la película, lo cual provocó las protestas antimilitaristas.

La United Artists tras las presiones francesas se vio obligada a incluir una nota explicativa así como La Marsellesa al inicio y al final de las proyecciones para lograr que las mismas se retomasen en Bruselas. A pesar de ello, Suiza prohibió el film, y la United Artists decidió no correr el riesgo de presentarla en Francia no fuese a ser. En este país se proyectó por primera vez en 1975, dieciocho años después de su rodaje. En aquella España, el régimen decidió prohibirla por considerarla una llamada al antimilitarismo y hubo que esperar a 1986 nada menos para poder verla.


Pero de qué va la película puede ser la pregunta que alguno se haga. Pues bien, nos encontramos en la Primera Guerra Mundial en Francia concretamente 1916, el Ejército Francés persuade al General Mireau (George Macready) para que trate de tomar la Colina de las Hormigas a cambio de beneficios personales. La toma de dicha colina es de todo punto imposible y el General Mireau lo sabe, pero movido por su éxito personal ordena al Coronel Dax (Kirk Douglas) que tome la colina con su regimiento sin pensar en ningún caso en el bien de los hombres a su cargo. El Coronel Dax que también lo considera imposible por las bajas que ya atesora su regimiento se lo hace saber al General Mireau pero este continúa adelante con sus intenciones, Dax al tratarse de una orden directa lo acata aún sabiendo que manda a sus hombres a una muerte más que segura. La toma de la colina resulta un fracaso como se veía venir desde el comienzo, los soldados no logran avanzar debido al fuego enemigo y deciden retroceder a las trincheras, otros tan siquiera logran salir de las mismas, las bajas son innumerables. El General Mireau debido al estrepitoso fracaso del que en buena parte él ha sido culpable, decide convocar un consejo de guerra acusando a tres soldados elegidos al azar de cobardía en la batalla, intentando de esta manera dar ejemplo a las tropas y tratar de aminorar las dudas que sobre él pesan por la orden de toma de la colina. Dichos soldados se enfrentan a la pena de muerte por fusilamiento.

La historia está basada en un hecho real acaecido durante la Primera Guerra Mundial. El general francés Deletoile como consecuencia de un gran fiasco en un ataque erróneo y mal calculado dio muerte por fusilamiento a cinco hombres de la 5º Compañía del Regimiento 63 acusándolos de cobardía. Pretendía que  ello sirviese como castigo ejemplar para sus tropas. Este no fue el único caso, durante el conflicto, muchas tropas se negaban a atacar en busca de una muerte segura y únicamente se afanaban en defender la posición, sin embargo en estos casos se juzgaba a los cabecillas y no a soldados al azar como en la película.


La película nos muestra como una serie de Generales de salón dictan el futuro o mejor dicho la muerte de los hombres que tienen a su cargo sin ningún tipo de percance moral. Jugándose la vida de centenares de personas por logros personales o ascensos en la escala de mando, en lugar de intentar velar por el bien de sus hombres. Una escena mítica de la película es en la que el General Mireau se pone a calcular el montante de las bajas con total frialdad pensando en ellas como un número y no como las personas que hay detrás de cada porcentaje que plantea. Se nos presenta además una jerarquización podrida en la cual los altos mandos se dedican a fiestas de salón y a complacer a sus invitados mientras sus hombres se juegan la vida en el campo de batalla. Por ello, esta es una de las películas antimilitaristas por excelencia, porque refleja de forma clara cuan corrompida puede estar la estructura del Ejército.

Sin embargo, a mi parecer, el film va mucho más lejos que todo esto. En primer lugar, nos muestra como de fácil es corromper una estructura jerarquizada, como de fácil es dañarla y siempre en perjuicio del punto más débil, en el caso del Ejercito, los soldados. Esta visión podría ser aplicable a nuestros días, no digo más.

En segundo lugar, y como se puede leer al inicio de la entrada, esta película muestra las deficiencias morales del ser humano, como mucha gente es capaz de hacer lo que sea por un ascenso o por mucho menos. Enseña como de corrompido puede estar el espíritu de algunas personas. Sin embargo, también muestra que de vez en cuando surgen personas integras como es el Coronel Dax que tratan de hacer bien las cosas, que son íntegras e intentan hacer prevalecer los valores, aunque muchas veces no lo logren.


Por todo ello, esta es una película atemporal y muy recomendable, de corta duración 87 minutos más o menos, eso si, en blanco y negro. Kirk Douglas hace una interpretación genial así como en general el resto del reparto y técnicamente también es admirable para tratarse del año 57, con unos planos espectaculares en travelling a través de las trincheras.

“Los senderos de gloria no conducen sino a la tumba” Thomas Gray

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