domingo, 19 de enero de 2014

Blacksad #5- Amarillo

La saga de Blacksad, de los autores españoles Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, siempre genera una gran expectación. Más aún si cabe tras los galardones recibidos en la última edición de los Premios Eisner entregados en la ComicCon de San Diego. En cada nuevo volumen se espera una historia brillante y sorprendente adornada con unos magníficos dibujos, por algo es considerada una de las series negras por excelencia.
Portada "Amarillo"

Sin embargo, las grandes series o los grandes autores suelen generar unas expectativas muy elevadas en los lectores. Quienes en cuanto no ven cumplidos sus deseos a la perfección no dudan en tildar la obra de pobre. Supongo también, que este gran y profundo interés hacia una obra por parte de la audiencia despierta en el autor, en este caso autores, un sentimiento de responsabilidad y ganas de seguir innovando y haciendo las cosas igual de bien.

Quizás en este caso los autores hayan sucumbido a la presión, o hayan tratado de innovar y evolucionar al personaje más de lo que el público esperaba. O al menos en otra dirección. O tal vez el tiempo se les echó encima y han tenido que hacer una obra de compromiso. Sea como fuere “Amarillo” el quito volumen de la saga Blacksad no es precisamente lo mejor de la misma.

El comienzo se plantea en un tiempo inmediatamente posterior a “El infierno, el silencio”, en el que se nos presenta a un John Blacksad cansado de correr detrás de los “malos”, cansado de andar a tiros todo el santo día y con una especie de pesar vital. Por ello, decide dejar los crímenes y la investigación aparcados por un rato, esperemos que sea corto, y buscar un trabajo más relajado. El mismo parece sencillo en un principio, llevar un coche desde el Aeropuerto Moisant Field, sito en Nueva Orleáns, hasta Tulsa. Pero se empieza a complicar a medida que transcurre la historia, viéndose obligado a dejar de lado su empeño inicial por otros, digamos, de carácter más legal y administrativo.

Primera hoja del cómic
La trama evoluciona de forma excesivamente rápida, vagando Blacksad por las viñetas pareciendo un elemento secundario durante todo el cómic y no siendo partícipe en ningún momento de la historia principal. El protagonismo recae sobre un león llamado Chad, con el que el lector en rara ocasión se identifica. Además, el tema principal no tiene un gran calado, como en volúmenes anteriores, y se muestra de forma muy difusa. Pero no todo pueden ser quejas, en “Amarillo” el lector conoce aún más al detective gatuno mostrándosenos parte de su pasado así como a parte de su familia. Al tiempo que expone el tedio, cada vez más notorio, que siente hacia la profesión de detective. Poniendo de manifiesto el posible cansancio que sienten los autores hacia el personaje tras cinco volúmenes. Otra característica interesante es que se hacen referencias a personajes de anteriores historias, algunos de los cuales intervienen de forma muy activa.

En cuanto al dibujo, que sin duda es uno de los rasgos más característicos de la saga, muchos lectores han percibido una bajada en la calidad puesta de manifiesto en un menor nivel de detalle, rasgos mucho más difuminados y con menor fuerza así como un uso del color poco habitual en Guarnido. Por mi parte me identifico con aquellos lectores que han identificado las carencias expuestas. Sin embargo, he tratado de comparar las viñetas de “Amarillo” con los números anteriores, pues no parece muy normal un descenso tan notorio de la calidad del dibujo por parte de Juanjo Guarnido. Lo que más me ha llamado la atención, sin duda, es que mientras en los cuatro volúmenes anteriores abundaban las escenas cercanas con enfoques centrados en rostros o personajes concretos y en las que el número de individuos es escaso, en “Amarillo” es todo lo contrario. Una gran cantidad de escenas están en vista aérea o muestra a los personajes a enormes distancias lo que favorece la sensación de falta de detalle. Da la impresión de que el estudio de encuadres y escenas no ha sido tan detallado como en anteriores ediciones, tal vez por falta de tiempo.


En “Amarillo”, Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, parece que han tratado de innovar y hacer crecer la figura de Blacksad por derroteros distintos a los empleados hasta el momento. Recreándonos un personaje mucho más humano al que el azar le juega malas pasadas. Sin embargo, la historia planteada es bastante débil, no llegando a cautivar al lector en ningún momento, y el dibujo no se encuentra a la altura de títulos como “El infierno, el silencio” o “Alma Roja” aclamados internacionalmente.

Título: Amarillo
Autores: Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido
Editorial: NORMA Editorial
Descripción: Cartoné a color, 56 páginas
Precio: 15,00 euros
ISBN: 978-84-679-1425-2

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